Desde hace mucho tiempo, las TIC
se han sumado a los esfuerzos para optimizar la educación. Los docentes son los
llamados a ser los principales agentes de inclusión de estas en entornos
educativos, no obstante, esta realidad ha demostrado tener más de un matiz.
Se han podido identificar los
siguientes casos comunes:
-
Incondicionales: Son docentes que asumen que la
tecnología lo es todo y es la solución absoluta en temas académicos y
administrativos.
- Oposición radical: Son aquellos que presentan
cierta resistencia al cambio. Esta actitud no es mala ya que obligan a los
innovadores a argumentar mejor su postura y a diseñar mejor las cosas.
- Crítica positiva: Son docentes que critican de
manera constructiva el empleo de las TIC dando argumentos sólidos.
- Crítica negativa: Son aquellos que no les
interesa el empleo de las tecnologías y esto debido a que ha sido otra persona
que planteó el cambio.
- Desconfiado de las TIC: Son los docentes que no
se fían de las tecnologías.
- Indiferentes:
Son los docentes a los que les da lo mismo usar o no las tecnologías. Hay una
mínima preocupación por la enseñanza.
- Ignorancia: Son los que se oponen no con
argumentos sólidos, sino porque no saben emplear las tecnologías.
Muchas de estas actitudes parten
del desconocimiento de los beneficios que se pueden obtener de las TIC y de una
reticencia al cambio. Es necesario repensar las TIC en un contexto de incesante
innovación, del que nuestros alumnos son parte y al que debemos responder como
docentes. ¿Con cuál te sientes identificado y en cuál te gustaría estar?
Texto basado en el Segundo Congreso Internacional de Educación a Distancia y TIC : aprendizaje en contextos ubicuos / coordinación y edición Alberto Patiño Rivera. Lima : Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Educación.